miércoles, 6 de enero de 2010

El nuevo número de la revista ya esta listo.

Desde la siguiente semana estará en circulación el número 92 de la Revista Cuarto Intermedio, acá les dejamos la editorial y el índice de los artículos.

Revista Cuarto Intermedio

Editorial

Entre simbologías y realidades

Líderes políticos de discurso revolucionario hablan despectivamente de las mujeres como objetos de “cama y mesa”; madres cómplices por acción u omisión de agresiones sexuales a sus hijas; feministas de pública militancia maltratan en privado a las trabajadoras del hogar que contratan; intelectuales capaces de producir obras maravillosas del pensamiento humano son también capaces de producir frases como “las mujeres deben tener el pelo largo porque sus ideas son cortas”.

Cada día los medios de información dan cuenta de un sinnúmero de noticias que muestran las siempre vivas contradicciones del tipo mencionado y de varios otros. Las mismas que se pueden encontrar, sin esfuerzo, en los anales de la historia. Hay aspectos de la convivencia humana que suelen ser tan complicados en la realidad que terminan por tratarse mejor en el ámbito de lo simbólico. Así ocurre con la conquista de derechos de las mujeres, puesto que no se trata de un tema encapsulado que las involucre solo a ellas, sino que, como ocurre con la mayoría de las construcciones sociales, afectan a toda la sociedad.

El intrincado tejido de las relaciones entre mujeres y hombres puede verse como una serie de datos y reducirse a números con distintos niveles de desagregación y exquisito procesamiento; y puede prestarse a un tratamiento narrativo en el que los relatos, testimonios y tramas cruzan y desbordan la literatura hacia diversas ciencias sociales como la antropología y la sociología. Ese es el campo de las simbologías. Mientras que en la “realidad real” las sutilezas no encuentran lugar y tampoco sirven para desmenuzar hechos cuando estos golpean en vivo y en directo a las personas. Violencia doméstica son mujeres golpeadas en carne y hueso y profesionales mal pagadas son mujeres maltratadas.

Sin embargo, el reconocimiento del pleno derecho de las mujeres al pleno ejercicio de sus derechos (la redundancia es expresa) es prácticamente un asunto aceptado, al menos formalmente, en la mayoría de las sociedades del denominado mundo occidental y cristiano. El mismo mundo que ha visto cómo este asunto se trenzaba y destrenzaba con múltiples hebras a lo largo de su historia, con todos sus matices y claroscuros. Todo puede decirse sobre la posición relegada de las mujeres en la mayoría de las épocas y de las sociedades, pero de ninguna manera se puede negar su presencia. Hubo pasos y acciones de mujeres en las catacumbas que condujeron a la instauración del cristianismo, en las murallas atacadas y defendidas durante las Cruzadas, entre las llamas de las hogueras que se elevaban hacia el cielo junto con los gritos de la supuesta purificación de brujerías, en los salones renacentistas silenciados por orfebrería y brocados, en los barcos de salvaje audacia que buscaban nuevos mundos, en las lanzas que reclamaban la libertad y en los pasos ciegos con que se construían las repúblicas; y, actualmente, en laboratorios donde avanza la tecnología, en sillones presidenciales y el continuo pulso de la política en las calles.

Pese a ello, ahora en el siglo veintiuno, con la misma fuerza de la afirmación con que se reconoce la presencia innegable de las mujeres, también se puede afirmar que se trata de imágenes tan diversas que es casi imposible que su comprensión deje de ser ambigua, es decir indeterminada, debido a la amplitud de sus connotaciones. En este caso ambigüedad no es una calificación negativa, sino simplemente el reconocimiento de lo que es, en sí mismo, algo inaprensible; lo que suele producir una justificación de que las particularidades culturales e históricas no deben tocarse. Para que esta cualidad innegable no se convierta en el pretexto perfecto que inmovilice los cambios de construcción democrática que las sociedades buscan y que se expresan ejemplarmente en las condiciones de vida y posición de las mujeres en el uso del poder, activistas de los derechos de las mujeres, como la Revista Cuarto Intermedio, tenemos la convicción de que éstos deben entenderse y defenderse en el marco inexcusable de los derechos humanos y sus instrumentos como la Carta Universal y los numerosos convenios, pactos y tratados que en la actualidad forman la teoría y práctica de la dignidad de las personas en la convivencia social.

En muchas oportunidades, nuestra Revista publicó artículos sobre la situación de las mujeres en diversos ámbitos de la “realidad real”; ahora ofrece a sus lectoras y lectoras una muestra del tratamiento de la posición de las mujeres en relaciones de poder desde la literatura y la teología a través de los artículos sobre “Las Mujeres de Gabo” y “María Magdalena”. En ambos se reafirma la consigna con que muchas mujeres quieren interpelar la simbología de la “mitad” mostrándose enteras y autónomas pero no aisladas.

Consejo Editorial

Cuarto Intermedio

Índice 92


* “Las mujeres en García Márquez”

Autor: César Maldonado

* "Ni tan santa ni tan impura María Magdalena"

Autor: Arturo Moscoso Pacheco sj

*"Hay que ayudar a Dios"

Autor: Víctor Codina sj

*"El Derecho: medios y remedios"

Autor: Eduardo Rodríguez Veltzé

*"¿Es la economía una utopía?"

Autor: Enrique E. Fabbri

Fecha de publicación: Enero 2010

Cochabamba - Bolivia